Algunos libros te llevan, inevitablemente, al pasado. A ese pasado infantil de canciones pegadizas, de juegos de comba, de nanas arrulladoras.
No suelo comprar los cancioneros o libros que recogen la tradición oral, soy de esas románticas que sigue transmitiéndola oralmente, pero no me pude resistir ante este cancionero ilustrado por Noemí Villamuza (una de mis ilustradoras preferidas).
Aunque los dibujos esbozados a lápiz influyeron mucho, lo que hizo irrenunciable al libro es que realmente tiene ¡todas las canciones de mi infancia! Algunas son versiones distintas a las que yo conozco, otras están tan cual. La selección es evocadora y además te la distribuyen por temática, ideal para trabajar en las aulas.
Este libro no tiene ni un solo pero... además, tiene un cd con algunos de los temas (los demás los encontráis fácilmente por internet).
Está editado por La Galera
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